23 de octubre de 2006

Sevilla

Queda absolutamente descartado que el Foro de Híspalis se ubicara en la Alfalfa y Pescadería»
 
 
MIGUEL ANGEL GARCÍA GARCÍA
Arqueólogo descubridor del Castillo del Agua
El arqueólogo responsable de las excavaciones del Castillo del Agua de la plaza de la Pescadería asegura que este hito arqueológico variará muchas certezas sobre la Sevilla romana y que su puesta en valor está siendo apoyada, desde el principio, por Aprocom.
-?Se esperaba algo tan imponente como la cisterna?
-No. Sabíamos que habíamos tocado un resto romano pero no de esa entidad y a ese nivel. Esa es la mayor sorpresa de todas. Aparece al nivel del hormigón de la calle en algunos puntos.
-O sea que antes que usted lo vieron otros y se hicieron los locos...
-En los a?os 30 cuando se metieron los cables de Catalana de Gas se cortaron parte de los muros. Posteriormente, en los cincuenta, para meter tuberías de agua repitieron la jugada. Y más recientemente Telefónica.
-?Qué noticias arqueológicas se tenían sobre el emplazamiento que está excavando?
-En calle Galindo excavó Collantes una estructura termal. Y poco más.
-?Si tuviera que definir la zona donde está la cisterna dentro de la Hispalis imperial qué podría decirnos?
-Que es una zona de nueva urbanización y posiblemente de entidad pública asimilada quizás a un área de esparcimiento social.
-Si la Pescadería es área extramuros ?qué fue entonces la Encarnación, quizás una urbanización lujosa?
-La Encarnación se urbaniza a finales del II o principios del III. Y la Pescadería en el siglo primero después de Cristo ya está urbanizada. Cuando la Pescadería era extramuros la Encarnación era campo, como la Barqueta de los a?os setenta.
-?Los datos que se recogerán de esta excavación variarán sustancialmente la información sobre la Sevilla romana?
-Seguro. Van a revisar muchas teorías. Sobre todo el emplazamiento del foro. Eso ya se puede descartar.
-?Es cierto, como sostienen algunos de sus colegas, que hay más literatura que conocimiento sobre Hispalis?
-Totalmente. Los restos de Hispalis se pueden contar con los dedos de una mano.
-O sea, que casi hemos vivido en Sevilla el cuento chino-romano de Hispalis ?es así?
-Así es. En cualquier ciudad de ámbito mediterráneo hay varios hitos ciertos. Foro, teatro, termas...nosotros únicamente conocemos las termas de Abades, las de la Cuesta del Rosario, el templo o pórtico de Mármoles y ahora la cisterna.
-Parece que la cisterna es obra adrianea al igual que el templo de Mármoles. ?Es cierto?
-Es arriesgar en exceso hasta que no tengamos más datos cronológicos. Ahora solo podemos decir que es del siglo II.
-Hombre, al menos, antes que Felipe y Alfonso, hubo alguien que se acordó de esto ?verdad?
-(risas). Si eso parece.
-Hay quien sostiene que la cisterna pudo ser un hito constructivo de una gran transformación de la ciudad en siglo II. Una especie de PGOU que reflejó su empuje comercial. ?Puede ser así?
-Claro. La construcción de una estructura de este tipo indica la necesidad de agua exigida por un crecimiento urbanístico importante.
-En cualquier caso lo que sí es cierto es el hecho de que la Consejería de Cultura se ha mostrado muy sensible con el hallazgo...
-Absolutamente. Desde el primer momento se planteó el hecho de su singularidad y la exigencia de un tratamiento de mayor entidad.
-Y que, incluso, Cultura insiste por su importancia para que el ayuntamiento acabe por integrarlo dentro del plan de restauración de la Plaza de la Pescadería...
-Claro. Se estimula al Ayuntamiento para que se excavara completamente la nave descubierta e integrarla, abierta al público, en el proyecto de la Pescadería.
-Pues fíjese que eje hispalense más hermoso para ir entendiendo la vieja ciudad: Mármoles, Pescadería, Salvador y Encarnación...
-Es una ruta arqueológica que se va a recuperar para la ciudad, para el turismo, para los comerciantes y para la propia vitalidad de Sevilla.
-Y la de turistas que podrían transitar ese eje si se pusiera un poco de mimo, cuidado y pedagogía a lo largo del itinerario...
-Evidentemente hay que dar la información suficiente para que el trayecto sea atractivo como pasa en otras ciudades.
-Seguro estoy que el Ayuntamiento, tan sensible con estas cosas, seguro que lo tiene en cuenta...
-Hay que ponerse las pilas con la arqueología porque es bueno para Sevilla.
-Por cierto, ?protesta el público por las obras de excavación, se muestra perjudicado por el retraso del proyecto inicial de la plaza?
-En absoluto. No hemos tenido problemas ni con los vecinos ni con nadie. Al contrario, los comerciantes de Aprocom nos han apoyado desde el primer momento.
TEXTO: J. FÉLIX MACHUCA FOTO: RAÚL DOBLADO
 
PERFIL
J. F. M.
Si ya de por si el hallazgo, excavación y estudio del Castillo del Agua es un importantísimo paso para el conocimiento e interpretación de la Sevilla romana, no menos importante será la puesta en valor de esta obra pública para ser visitada por el sevillano. Pero hasta entonces conviene estar alerta de lo que pasa en ese castillo de la Pescadería. Porque ahí abajo, entre tanto material de acarreo, hay muchas respuestas. Si Fortuna está con la arqueología y con Sevilla alcanzaríamos la gracia que en Itálica y Écija se repartió con hallazgos estatuarios de relevante interés. Curiosamente, tanto en Itálica como en Ecija, hermosas estatuas aparecieron en contenedores hídricos.
Sea como fuere lo bueno está por venir. Viendo la cisterna, colmatada por aportes heterogéneos, asistimos a la secuencia histórica de una Sevilla que desde que cayó en desuso el contenedor de agua ha ido volcando sobre ella, como capas de cebolla, las edades de su existencia: desde Roma a la época islámica. Por eso, este joven arqueólogo, alumno de Ramón Corzo y que ha trabajado, anteriormente, en Tusculum (Roma) y en las excavaciones del teatro romano de Cádiz, desprende un razonable optimismo en su puntilloso trabajo en Pescadería. Sabe que el pescado no está para nada vendido y que mirando la cisterna no puede reprimir una ilusionada invitación llena de buenos presagios: pase al fondo, Hispalis espera...
 
De la Prehistoria al esplendor de Hispalis e Itálica
 
 
SEVILLA. Los dos primeros capítulos de la serie Historia de Sevilla analizan la Prehistoria y la etapa romana, pero antes, sus autores Paco Robles y Álvaro Pastor, intentan explicar, a modo de prólogo, el significado de esta ciudad a través de una sugerente selección de textos literarios que van en perfecta consonancia con las imágenes que para tal fin se han grabado. El entretenimiento y el rigor están asegurados. A esta aproximación al concepto de Sevilla se unen otras voces actuales que reflexionan sobre distintos aspectos la urbe, poniendo de relieve la infinidad de caminos que se abren para abordarla, para seguir investigando y filosofando sobre ella.
Luego está el medio físico: una situación geográfica privilegiada, el clima saludable y el papel estratégico, económico y cultural del río Guadalquivir, que hace miles de a?os fue un gran golfo abierto al mar y más tarde un lago que regaba las tierras fértiles donde luego nació la ciudad. Alrededor del lago surgieron distintas civilizaciones, unas sobre los cerros y otras en tierras más adentro. Y en una comarca plagada de monumentos megalíticos -dolmen de La pastora y Matarrubiya- apareció un día el tesoro llamado de El Carambolo que unos lo relacionan con la cultura tartésica y otros con la fenicia. El segundo gran hallazgo arqueológico es la figura de la diosa Astarté. Estos testimonios hablan de una protohistoria muy rica y diversa y, por tanto, de la atracción que esta zona ejerció sobre culturas muy avanzadas. Mucho queda aún por descubrir sobre los orígenes de esta ciudad.
Dos colonias romanas
El segundo DVD nos lleva directamente a las dos colonias romanas que aquí hubo: Hispalis, que se llamó después Colonia Julia Rómula, fundada por Julio César; e Itálica, la ciudad que levanta Escipión el Africano, y que luego se convertirá en Colonia Aelia Augusta. Como dicen los autores de esta serie «el esplendor italicense se refleja en su urbanismo, en las cloacas que aún funcionan hoy, en las losas que pisaron Trajano y Adriano, dos emperadores que antes pasaron por aquí». Y todo eso queda muy bien reflejado en este DVD: el anfiteatro, el pavimento de las calles y las casas con sus mosaicos. En el Museo Arqueológico de Sevilla hay una buena representación de esculturas halladas en Itálica. El otro museo romano de la ciudad está en la calle Cuna: es la casa de la Condesa de Lebrija. Digna de admirar.
Bajo el caserío de Sevilla se encuentra Hispalis y de ella sabemos todavía muy poco, pese a los grandes hallazgos en el solar del mercado de la Encarnación y de otras excavaciones que se vienen realizando en la ciudad. Pero la estela de Roma en Sevilla no sólo son las piedras, por eso en este capítulo se pone de manifiesto que los romanos, además de todo esto, nos dejaron «la lengua y el derecho. Y dos mártires, Justa y Rufina, que fueron sacrificadas por no participar en una procesión. Con el tiempo, las dos salen en el cortejo del Corpus. Dualidad e ironía».

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