?Quién protege los BIC?
La provincia cuenta con más de 200 inmuebles que son Bien de Interés Cultural, una distinción que a veces no garantiza su vigilancia y conservación
http://www.diariosur.es/pg050620/prensa/noticias/Portada/200506/20/SUR-POR-226.html
EL problema de la vivienda adquiere una nueva dimensión en el Acueducto de San Telmo. Allí no hay pegas para acceder a un lugar donde vivir, más bien todo lo contrario. En las inmediaciones de la infraestructura hidráulica del siglo XVIII más importante de toda Espa?a, el problema de la vivienda consiste en que algunos pisos pasan por encima de ella. En el sentido literal de la expresión. Como el chalé levantado al norte del barrio de Ciudad Jardín construido sobre uno de los arcos del acueducto, de manera que la mitad de la estructura está a la vista y, la otra mitad, dentro del sótano de la vivienda.
El Acueducto de San Telmo es quizá el caso más llamativo -y también el más sangrante- de los inmuebles de la provincia distinguidos como Bienes de Interés Cultural (BIC) que luego han caído en el olvido institucional y en manos de vándalos y desaprensivos. El expediente de declaración de esta infraestructura como BIC acaba de cumplir veinte a?os dando tumbos por los despachos oficiales. Dos décadas en las que el deterioro de esta obra se ha traducido en la pérdida de una quinta parte de la estructura original.
El caso de esta instalación de once kilómetros que surca la provincia desde Las Pedrizas hasta el puerto ilustra también la falta de protección que padecen algunos de los casi 240 inmuebles repartidos por la provincia que cuentan con esta distinción. Se supone que estos monumentos están amparados por la ley, pero en la práctica muchos de ellos malviven al socaire de especuladores y ladrones.
Los due?os de los inmuebles pueden ser personas particulares, los ayuntamientos, las comunidades autónomas o el Estado. Cada uno tiene la obligación de velar por la conservación del BIC y las autoridades -en este caso la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía- debe vigilar el buen estado de estas zonas, con la colaboración del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Sin embargo, la cruda realidad muestra la falta de medios que impide el seguimiento de todos los inmuebles protegidos.
Falta de cuidado
Las obras en la fortaleza de Bezmiliana -que cuenta con esta distinción- realizadas por el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria sin permiso de la Junta han reavivado la polémica sobre la falta de protección de muchos BIC de la provincia. La Dirección de Bienes Culturales debe supervisar cualquier actuación que se acometa en estos inmuebles, que primero debe contar con un informe favorable de los especialistas del Gobierno regional; sin embargo, el día a día cambia bastante la letra impresa de la ley.
Que se lo pregunten a Javier Aguilar, heredero de la tradición familiar que convirtió a su abuelo y a su padre en guardias del Acueducto de San Telmo. Ahora él se encarga de recordar a las instituciones la necesidad de preservar esta edificación, hito de la ingeniería espa?ola del siglo XVIII. «En Málaga tenemos una de las construcciones más importantes de esa época que está en serio peligro por culpa de los especuladores, la protección como BIC no sirve de nada si no va acompa?ada de medidas que protejan la integridad de los monumentos, como la inclusión de esta catalogación en los planes generales de los municipios, para impedir la construcción indiscriminada en los alrededores de los monumentos», explica Aguilar.
El guardián del acueducto destaca que en muchos casos son los propios vecinos los que se encargan de salvaguardar el monumento del desaforado boom inmobiliario: «La protección de los BIC no debe limitarse al monumento, sino que también debería incluir una zona de servidumbre que garantice un perímetro de seguridad alrededor del inmueble».
Una reivindicación muy similar plantean desde el Seprona, cuyos agentes son muchas veces la primera línea de combate contra los actos vandálicos y los expolios que sufren los bienes protegidos. Los especialistas de este grupo de la Guardia Civil dirigen sus propias investigaciones, aunque también pueden actuar ante una denuncia presentada.
Varias sanciones
En cualquier caso, desde el instituto armado defienden que los responsables de los robos y destrozos acaban apareciendo y que terminan enfrentándose a sanciones que pueden ir «desde una notificación administrativa hasta penas de cárcel» para los casos más graves, como las dos detenciones realizadas a finales de abril relacionadas con los continuos expolios ocurridos en las ruinas de Acinipo, en Ronda.
El yacimiento romano forma parte de un catálogo de bienes protegidos y olvidados en el que también se pueden encontrar las columnas robadas en el convento de la Trinidad, el mal estado de conservación del mercado de Atarazanas, el abandono que ha padecido durante a?os en teatro Echegaray o el amago de derribo que sintieron los cimientos de la chimenea de 'La Térmica'.
El listado tiene además una doble lectura. Primero, no hay que irse a los confines de la provincia para encontrar BIC desahuciados, basta un paseo por las calles más nobles de la capital para encontrarse un rosario de monumentos y espacios que piden a gritos un poco de atención. Y segundo, el olvido institucional no es cosa de vetustos recintos, ya que algunos de los espacios desprotegidos apenas tienen cien a?os.
Un aforismo político muy conocido recuerda que el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. Quizá el que no la conserva esté abocado a olvidarla, a no saber quién es y de dónde viene.
20 de junio de 2005
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si quereis saber más del Acueducto de San Telmo, entrar en la página web www.ciudadjardinmalaga.es
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